Riego e iluminación

Canilla oculta en la base del mástil

Medidor del agua en el arranque inicial

Yo, felíz con la manguera en mano.

Arco iris sobre Eneldos en flor. (Me los comí con un rico pescado)

Gracias Pizzería Porky's por prestarnos sus tambores plásticos de basura!

Último día en que vino el regador a llenar los tambores, lamento no tener fotos de eso, todo transcurría muy rápido.

Como ya conté anteriormente, el comienzo del cultivo fue duro, entre otras cosas porque no teníamos una canilla cercana, a eso se sumaba que al ser un suelo modificado y con escombros es extremadamente poroso y drena inmediatamente. Como si eso fuera poco, estábamos en un período de sequía que duró varios meses.
Algunos vecinos colaboraron con agua corriente de sus domicilios. Mediante una manguera llenábamos dos tambores plásticos que nos facilitaba una pizzería  cercana (Porky's) y luego yo sacaba agua de los tanques con balde o regadera y la distribuía por todo el pasaje.
Semanas más tarde logramos que el camión regador nos abasteciera del precioso elemento una vez a la semana, lo cual parecía tocar el cielo con las manos, y mientras tanto tramitábamos la canilla, que finalmente, después de idas y venidas se instaló en la base del mástil con su correspondiente medidor para que el Municipio se haga cargo del consumo.
Parece mentira, pero después de unos días que se colocó la dichosa canilla, comenzó a llover, y desde entonces no tuve que utilizarla demasiado, ya que sigue lloviendo más de lo normal, al punto de que muchas plantas alcanzaron una altura superior a lo habitual.
En cuanto a la iluminación, la Municipalidad colocó dos reflectores, uno en cada extremo del pasaje, sobre postes de alumbrado ya existentes. Al estar tan altos no sólo iluminan al pasaje, sino que también iluminan los patios de los vecinos lindantes, con lo cual todos están muy conformes debido a que disminuye notablemente el riesgo de robos.